Antes de que llegues
quiero decirte que te he esperado,
que en mis sueños te he nombrado
aún sin saber tu nombre.
He visto tu silueta de cristal,
he tomado tus manos,
he acariciado tu cabello,
y he sido hechizado por tus ojos.
Te he recitado mi poesía
a la luz de tu luz,
porque al hacerlo
supe que estabas aquí, conmigo.
Te leí mi poesía en mi alcoba,
en la sala, en el patio,
en la biblioteca, en mi cama
y en el camino que me dirige a ti.
Antes de conocerte
debo decir que te he esperado,
guardando mis silencios
y mis recuerdos para ti.
He trazado en las estrellas
tratando de dibujar tu sonrisa,
de cuales cometas una de ellas
sin equivocarme, se que eres tú.
He plasmado mis secretos
en los versos que por ti guardo,
bloqueados en el cofre
de cual clave solo sabes tú.
He pedido a Dios por ti,
para que te proteja y guarde
y como su valioso tesoro
me gane el derecho de ganarte.
Antes del resto de la vida
y de
que febrero muera;
antes del eclipse interminable
que ajuste los polos en uno.
Quiero decir que la única canción
de fondo que necesitaré
será el silencio de tu llegada
y el relojito del palpitar en mi corazón.
El chasquido del beso robado,
las olas que hasta aquí te trajeron,
los soles que te iluminaron
y los amaneceres que te embellecieron.
Antes de verte a los ojos
para nunca dejar de hacerlo,
debo agradecer a Dios
por
el cielo que ha pintado en ti.