Te recitaré los soles de cada mañana
en los que amanecí en ti pensando,
te dedicaré los versos antes de mí
y todos sin faltar uno, junto a ti.
¿estrellas o diamantes?
¿flores o libros?
palabras que se
pierden,
pero que nunca se
olvidan.
Yaces inmersa rosa
en los pétalos de un libro,
yaces frase silente
en la ternura de un lirio.
Hoy quiero me leas
como a las nubes,
como a las olas del mar,
cuando te dibujan sonrisas.
¡Ah poesía mía!
Así te llamas tú, novela mía
cuento de un amor sin olvido,
así te han nombrado las estrellas.
¿De donde nacen los suspiros?
en bosquejos de trampas silenciosas,
en los satélites que surcan el amor,
hasta la luna o hasta siempre.
Lagriman mis ojos por este verso,
ahora toma sentido y sabrás
que
aunque no lo creas lectora he llegado a ti
a la sublime calma que me lo ha dictado.
¡Ah poesía mía! agendame un beso
postérgalo para mañana o envíamelo
en un fax impreso en hojas infinitas
con sabor a ti, dulce sonrisa.
¡ah poesía mía! Escucha mis notas
al cursar las palabras que vida te dan
dibújame su recuerdo en la pupila
y sus pasos me lleven a ti, poesía.
antes de cerrar este capitulo
llévale estos versos
cual si fuesen un ramo de estrellas.