Te nombré en mis versos
uno a uno con todas sus letras,
con cada destello de tu sonrisa,
con cada paso en nuestro baile,
con tus suspiros, con tus latidos
con tus ausencias y tus miradas,
con tus noches estrelladas,
con tu llegar, con tu distancia,
con tu llover, tu primavera, tu otoño,
con tus ojos centellantes,
con tu risa tan encantadora,
contigo misma frente a mis ojos,
con todas mis fuerzas,
con todo lo que soy,
con la única forma de amar
la de verdad… con el corazón,
con tu adiós...