De
sus hermosas manos te da a luz
Del
soplo de su aliento te da vida
Su
Santo Espíritu en tu haber se anida
Dádiva,
quien por ti se dio en la cruz.
El enmudeció no abriendo su boca
Retuvo sus palabras por amor
Llevo
tus cargas, pecados, dolor
Y
por ti fue inquebrantable cual roca.
Las marcas de los clavos en sus
palmas
En
cuales huellas nuestros nombres aún,
Conserva
como perpetuas murallas.
Injusta y pesada carga llevó
Sacrificio
cual muerte nos dio vida
Cual entrega, demostró que nos amo.
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